jueves, abril 19, 2007

Debemos seguir el camino. ¿Que camino? El camino que sientas que debes tomar ( ya me puse Cohelo para hablar, la Tina me va a decir que me lavo el cerebro, jajaja). Muchas veces renegamos de nuestro camino, pero al hacerlo renegamos de nosotros mismos. Fuimos nosotros los que tomamos esa senda, fue decisión nuestra. Si nos equivocamos aceptémoslo y tengamos la esperanza de que no volverá a ocurrir. Si pensamos que nuestro camino es menos de lo que merecemos (lo que confieso que es mi caso), tan solo pensemos si realmente somos aptos para otra tarea. Si la respuesta es que somos aptos, no esperemos más y si estamos a tiempo cambiémonos de senda. Si estamos a mitad de camino, lejos del principio y del final, terminemos con honor, con la cabeza en alto, porque cuando tomamos ese camino lo hicimos con la fe de terminar, no deshonremos esa fe. Oportunidades tendremos muchas para reivindicarnos. Además ¿Quién sabe si simplemente tenía que ser así?