martes, septiembre 05, 2006

Cuando alguien te pregunta si crees en el destino ¿Qué respondes?
Podrías decir que no, que eso de que los caminos están demarcados con antelación es una tontería, también podrías decir que no crees que exista un plan predeterminado, porque para que haya un plan tendría que haber un ser superior que lo haya concebido, y eso nos dejaría sin capacidad de elegir.
Ese es el problema: elección. Pero el asunto central no es la elección en si misma, sino el hecho de perder ese poder de elegir. Porque si asumimos que el destino existe automáticamente quedamos imposibilitados para poder tomar decisiones propias, ya que “esta todo escrito”.
A algunos se les hace fácil creer en estas cosas, me refiero a aquellas personas incapaces de tomar determinaciones. Quienes creen que cada decisión que toman los llevara a fracasar. Obviamente para alguien así es más fácil decir que el destino existe, de esa forma dejan de ser ellos los que deciden y se entregan a ese plan divino preconcebido. De esta forma si algo sale mal no les importa porque dejo de ser su culpa.
En cierto modo es un muy efectivo mecanismo de defensa: Cuando algo te sale mal solo dices que tenía que ser así y no te sientes mal por haber fracasado, o por simplemente no haber o haber hecho algo.
Por otro lado, pensar que el destino no existe también es difícil. En lo personal creo que las coincidencias no existen. ¿Pero creer eso necesariamente significa creer en el destino?.
No tengo la respuesta, sin embargo me inclino a pensar que son cosas distintas.
Todos nosotros tomamos decisiones a diario, hay una en particular que es extremadamente simple en apariencia pero que en realidad puede tener múltiples y muy diversos efectos: Tomar la micro para ir a la U. Cada jornada nos vemos enfrentados a este dilema. ¿Me subo o la dejo pasar? La mayoría de nosotros no lo piensa mucho y solo subimos, porque de lo contrario llegaríamos atrasados. Pero cuando estamos con tiempo, o simplemente se te pasa o no te para, ahí es cuando empieza el caos dentro de nuestras mentes: ¿que hubiera pasado si la hubiera tomado? ¿Me habré salvado de un accidente? ¿Evitare encontrarme con alguien desagradable? En fin múltiples preguntas, desafortunadamente, sin respuesta.
El asunto da para analizarlo. Basta con pensar que al momento de no tomar un bus estas modificando todo lo que va suceder durante tu día; me refiero a que no subir te va a hacer estar 5 minutos más tarde en todos y cada uno de los lugares a los que vas.

Un ejemplo cotidiano: Imaginemos que el señor AR. se atrasa en salir de su casa porque ELIGIO ir a la cocina y tomar una manzana como colación. Como consecuencia se la pasa la micro y llega atrasado a clases. Cuando entra a la sala es demasiado tarde, por lo que no puede sentarse donde siempre lo hace y se ve obligado a ocupar otro asiento. Durante la clase la persona que esta a su lado y que nunca ha intercambiado palabra con él, le habla, le dice que necesita ayuda con una prueba próxima y que había escuchado que él manejaba esos contenidos, amablemente el acepta ayudar.
Al terminar la clase se para y decide ir a almorzar, cuando llega el momento de comer su manzana se atraganta, lo que le hace ir al baño a tomar agua. A raíz de esto se separa del grupo con el que compartía su almuerzo, dejando sus cosas en la mesa. Sus compañeros en un acto de deslealtad absoluta deciden aprovecharse de su desgracia para jugarle una broma, algo típico, común: le dan vuelta la mochila, al hacerlo no notan que uno de los bolsillos estaba abierto y se cae la plata que iba a ocupar para devolverse a su casa.
Mientras tanto AR. esta en el baño tosiendo por el trozo de manzana, cuando va de camino de vuelta a la mesa encuentra a quien le pidió ayuda en la sala, deciden quedarse un momento después del termino de la ultima clase para estudiar juntos.
Sigue trascurriendo el día y los amigos de AR se van y el se queda con quien le pidió el favor. Terminan de estudiar y AR pasa al baño. Es tarde y no queda nadie en la universidad. En el paradero nota que no tiene dinero, así que se devuelve para ver si por CASUALIDAD encuentra alguien a quien pedirle prestado. Después de una búsqueda infructuosa AR vuelve al paradero y es asaltado. Recibe múltiples golpes y debe hacer reposo por un par de semanas.
Quien cree en el destino pensara que AR no podía haber hecho nada para evitar ser asaltado.
Quien no cree en el destino solo dirá que tuvo mala suerte y que debería tener mas cuidado.
Lo que nadie puede negar es el hecho de que la culpa la tiene la manzana.
Ya sea por obra del destino o no, todo empezó con una ELECCION.

2 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Solía pensar que la cosa no era destinación, o por lo menos esa no era la palabra.
No es que todo lo que terminemos por hacer este ya escrito y dispuesto sin nuestro poropio libre albedrío, más bien pensaba que para cada elección individual habian caminos con determinadas consecuencias, terminaba dependiendo de cada quien cual camino tomaba y por ende las consecuencias. Aunque obviamente esas consecuencias con suficiente "entrenamiento" podian ser modificadas a lo largo del camino.
El problema creo yo, ahora, es que no sé si me sigue convenciendo la idea.
XD
Caló fondo lo que te preguntó Xavier?
Sr AR? sr tortuga XD!

11:17 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

mmm...tan quemado parezco ser? o sea..ya un poco pero exagero de puro mamón.
Y lo del Destino...cmo yo lo entiendo, el Destino no es otra cosa q el presente. Aunque creamos escapar de él, lo único q hacemos es facilitar q nos caiga de improviso con todo su peso encima. Las posibilidades (más q elecciones) son las q configuran nuestro Destino

ya

chau

12:19 a. m.  

Publicar un comentario

<< Home